Aveces no me doy cuenta de muchas cosas que pasan en la comunidad Linuxera, la comunidad realmente la conocía poco, conocía a pocas personas como Yoyo.
Un día agregué a Malcer y conoció mi faceta curiosa e hiperactiva, la forma en que respondió me recordó a un chico con el que tuve problemas y a la que varias personas le dejaron de hablar por mi culpa; me angustié un poco, ¿mi forma de ser es tan problemática? Si algo aprendí es que a las personas no nos gusta lastimar y lastimarnos, si bajamos un poquito nuestro orgullo podemos llevarnos mucho mejor. ¿Por qué comento esto? Para decir que creo en Malcer a pesar de lo que cada quien haya pasado o piense.
¿Sabes diseño? ¿Usas KDE? ¿Por qué no Gnome?¿Por qué diseñas?¿Qué pasó con KaOS?¿Usas Manjaro?¿Te gusta mi proyecto?¿es cierto que en tu país….
Malcer es un gran artísta que actualmente se encarga del Artwork de una distro( para mi es algo admirable ), además algo que admiro mucho y que hasta hace poco me di cuenta es que el el creó el tema Caledonia. Un gran tema de KDE que usaba mucho.
Dejenme citar palabras de un fragmento del artículo de Fabian Alexis para empezar a entrar en el tema:
Este mundillo de Linux tiene cosas que no son agradables, de un mal gusto tremendo que al final hacen que todas las buenas intenciones que uno tiene, se esfumen. Hablo del constante problema de la infravaloración del artwork dentro de Linux. Malcer (el creador del tema Caledonia) alguna vez habló de lo frustrante que es ser diseñador de artwork, donde las personas a la primera que algo no les parece, forkean trabajos hasta la saciedad y empiezan a mezclarlo con otros, lo suben a internet como “obra de ellos” (muy común es leer el “yo diseñé este tema”) y hasta incluso se llevan más créditos que el trabajo original en internet, faltando el respeto a las licencias y por ende, al diseñador de este tema.
¿Es tan difícil hablar con el diseñador? ¿por qué en vez de bifurcar no cooperas con el proyecto original?, y si bifurcas un proyecto ¿es tan difícil darle el crédito a quien se ha esmerado en hacer algo de calidad?. Hacerlo no te tomará ni cinco minutos, es una mínima forma de agradecer que el trabajo esté a disposición y gratis, porque la gran mayoría lo hace gratuitamente sin esperar nada a cambio e incluso hasta uno se ruboriza y complica cuando quiere pedir donativos.
Fuente: https://pinguinosyuncafe.wordpress.com/2017/02/14/linux-nunca-va-a-dejar-de-ser-feo/
Finalmente les dejo las propias palabras que Malcer de un comentario que publicó en el mismo artículo de Fabian Alexis. (Creo que no hay nada mejor que leerlo de él mismo)
Veamos, la cosa funcionaba así: Malcer era el hater y chico malo de la comunidad hispana de Linux, el cabrón, y vosotros lo leíais por eso. Era o bien el estar de acuerdo o bien el morbo más sádico, pero sacaba cosas a relucir.
El gran defecto, algo que jamás me perdonaré y fue un error garrafal, fue mezclar eso con mi “yo real”, entre el que se integraba la creación de artwork y otras cosas que daban rienda a mis hobbys (¡incluso hacer amigos!).
Cuando empecé a avisar de ciertas cosas por ese tema, la fama que me perseguía ya hacía que para mucha gente mis opiniones fueran infumables. Por una parte bastante lógico, pero que demuestra la poca visión de la gente y el nulo pensamiento crítico real.
Mi participación con los blogs y eso era para dar a conocer cosas y opiniones con otros puntos de vista. Como dije, posteriormente hice algo mucho más personal: artwork. “Si no estoy de acuerdo con algo, al menos hagamos otra cosa para subsanarlo”, me dije. No sabía programar, así que di lo mejor de mi en el tema artístico, y bien se puede saber que durante 3 años Caledonia (y posteriormente mis trabajos para Chakra) fueron literalmente mi vida, hasta el punto de competir con mis estudios. Era algo productivo que encajaba más con mi yo real pero que aprovechaba todo el barullo que el nombre de “Malcer” había levantado. Gran error número 1.
Gran error porque, sin ser el mejor ni el más profesional, fueron grandes trabajos de una faceta personal que se acabó ligando a ese “Malcer”. Caledonia llegó en el momento justo, cuando más o menos por Plasma 4.4 no había nada desde hacía siglos (al menos, nada que no diera pena). Llegó, generó dudas por su aspecto más “flat” en el momento, gustó por su consistencia y posteriormente fue odiado por ser un artwork férreo, pero que pecaba para mi de permisivo. Ahí fue el gran error número 2.
Era permisivo en licencia (la revisaría un par de veces), pero ideológicamente férreo y con un tío a su mando (o sea, yo) que era intransigente porque sabía lo que quería y generaba el artwork como un todo.
“Hagamos forks, pues”, dirían algunos, y ahí empezó todo a ir mal.
Forks, problemas de licencias, tener que estar como un policía detrás de la gente, cada vez menos valoración, con el sistema de modas ese tan odioso en Linux… Y sí, Caledonia se benefició de la moda porque era de lo mejor del momento, pero también pasó a ser el patito feo cuando le crecían los forks y la competencia. Ah, y cuando llegó el flat puro. ¿Os acordáis? ¡Caledonia al principio era feo por ser plano, pero pasó a ser feo por no ser suficientemente plano después! En fin…
Luego pasó otra cosa, un par de fallos pero que lo englobaré como uno: trabajos externos. Gran error número 3, y el que colmó mi paciencia.
Chakra pasó a tener un buen artwork (no tengo los enlaces, pero con “Benz” hubo varias páginas internacionales que la tildaron como la distro mejor diseñada, con un 10/10 en el tema artístico. Por otro lado mis trabajos con iconos para algunos proyectos de KDE. Y otro más con los wallpapers.
Eran cosas de gran calidad para la época que fueron violados una y otra vez (lo de Chakra no era permisivo pero fue robado igual…). Eran trabajos cada vez mejores, con una visión firme pero irónicamente cada vez eran más copiados, forkeados, metidos en proyectos que no tenían sentido, etc. De hecho, tuve problemas con la gente de Manjaro, y es que Phill Müller es un pájaro de mucho cuidado al que no le sentó nada bien que me dirigiera a él sobre unas cosas que había modificado sin mi permiso y mi siguiente negación a crear artwork para dicha distro
.Consiguió lo que quería a base de copiar litealmente muchas cosas. Por cierto, hay una distro india (o había) llamada Super OS o algo así que todo el artwork es de Caledonia modificado. Tienen unas 4 personas en el equipo artístico pero mi nombre tampoco sale en ningún lado. Y, repito, al menos 4 personas para un fork artístico que es prácticamente igual al original. Penoso.
Caledonia tenía cada mes cerca de 15.000 descargas en sus mejores épocas pero no veía ni un céntimo, cada vez menos publicidad y cada vez más forks, por no hablar de que KDE España me dejó bastante tirado después de diferencias ideológicas, cuando al comienzo contactaron conmigo para que me metiera en la organización porque “hacía más falta gente como yo”. Blah, blah, blah.
El resto es todo historia. Acabé hasta las narices de tener un gran trabajo al que cada vez atacaban más, de un KDE que es de risa (porque sí, os venden la moto con todo eso del Qt, QML y un escritorio avanzado, pero son habladurías… siempre es una beta), de unos consumidores desagradecidos, de una comunidad contaminada por ideas absurdas totalmente puretas, y donde un día estás arriba o abajo dependiendo de la moda y no de cómo se valore tu aportación.
Cuando definitivamente me fui, sé que mucha gente se preguntó por qué borré todas mis cuentas, servicios y artwork (Dios mío, hasta hay un hilo de eso en Reddit… ¡En Reddit!). Mi explicación a eso es muy sencilla: no merecían mi obra.
Quizás suela ególatra, pero un gran trabajo estaba ahí, yo no estaba recibiendo ni siquiera una valoración y la gente lo estaba violando una y otra vez a pesar de sus ya permisivas licencias. Además parece que había una especie de ostracisto sobre Caledonia y Malcer pero muchísimo amateur y arte de distros en KDE se basaba en ello… asi que directamente debía desaparecer.
Nadie se merece que le ponga en bandeja lo mejor que tenía. Y si alguien quiere copiarlo, forkearlo, robarlo, o sabe Dios qué, al menos que se tome la enorme molestia de buscar una mísera copia hasta en el más recóndito hueco de un servidor de internet. Si no trabaja en crearlo, al menos que trabaje en robarlo. Prefiero caer en el olvido antes que darle a esa gente de las cosas más maravillosas que he hecho. Lo siento, pero es así.
Diré todavía más. Durante 3 años llenos de éxitos (sí, lo fueron, mi artwork fue un bombazo en la comunidad KDE, y quien vivió esa época lo sabe), solamente recaudé unos 160 euros, de los cuales entre 50 y 60 (no recuerdo la cantidad exacta) fue pagada por Chakra. Sí, por Chakra. Ese proyecto, con Manu Tortosa a la cabeza, agradeció de esa manera muy sustanciosa (para mi lo fue) el artwork de la edición “Claire”, base de todo lo que vendría después (y eso que fue el peor).
Del resto que queda, unos 20 o 30 euros, que yo recuerde, eran de un par de personas que habitualmente me donaban 5 euros cada vez que sacaba una nueva versión. El resto eran anónimas. Que no es una cosa mala, todo era bien agradecido, pero basta con hacer números para ver que durante 3 años y con esa cantidad de buenas críticas y descargas, sólo 3 personas sustentaron casi el 50% de lo que gané con donaciones. Da para pensar. Todavía más si se me tachó de estúpido cuando hice aquella entrada del blog, llamando miserables a los consumidores por poner excusas para pagar un mísero euro para algo que usaban todo el año y siempre lo tenían gratis y libre.
¿Quién sí que creo que mereció mi agradecimiento? Pues Chakra, obviamente. No sólo porque me pagó, no sólo porque me lo agradeció, no sólo porque con Manu Tortosa a la cabeza demostró quién era en KDE España, sino porque me sentí muy respetado. Incluso con Heritage, les escribí un correo agradeciéndoles el buen hacer y respeto que habían tenido con todo lo que les había dejado. El trabajo fue maravilloso, y estaba claro que lo que pretendía había calado y lo sabían hacer. ¿Mi regalo? Les doné todo el artwork que tenía de ellos, el material original, con SVGs, notas, mockups, código… Todo. Todo, para lo que ellos quisieran. Se lo merecían.
Llevo tiempo alejado de Linux, y mucho más de KDE. He tenido más experiencias, a pesar de que a día de hoy ya no lo uso y mis otros trabajos no fueron tan sonados (obviamente, no como Malcer… Eso ya se terminó). Además el artwork fue cerrado o no permisivo en licencia.
Mi primera experiencia fue con GNOME y quedé bastante contento con la acogida y el respeto a pesar de ser modesto. No me forkearon el trabajo, sino que hacían complementos aparte para él. Buena cosa. Tuve un pequeño desliz con alguien que lo metió en un pack, pero al final creo que borró las partes que había tomado.
Hice pequeñitos trabajos para la comunidad de Raspberry Pi. También buenas sensaciones.
Hice algo más enfocado a Windows y Mac OS… Y es otro mundo. La gente es muchísimo más agradecida, paga más y sobre todo tiene mejor gusto y cultura estética, hasta el punto de recibir felicitaciones de gente que se dedica al diseño gráfico. Yo, un don nadie que con un equipo barato y a base de empeñarme a manejar el Inkscape, hace lo que le parece experimentando. Ese don nadie recibiendo correos de gente con estudios o cultura mucho mejor que la mía. Dice mucho de quién te rodeas, ¿no?
Este pedazo de comentario, largo como la Biblia en verso, sirve por un lado para dar algunas explicaciones sobre acciones mías que parece que llamaron bastante la atención (en serio, jamás creí que fuera a llamar la atención de la gente y que fueran a nombrarme tanto en temas como este… creía que “Malcer” estaría olvidado por fin. De hecho, creo que es lo que deseo). Por otro lado para desahogarme ante un tema que he sufrido mucho, porque le puse gran pasión.
Vosotros, no sé si sois gente más capaz o menos quemados, pero estáis recogiendo el testigo de algo importante, y es repartiros un pastel amateur que por un momento tuve yo solo… con todo lo malo.
Y por eso os digo: cero vergüenza en cerrar vuestros trabajos a cambios. No dejéis que 4 horteras sin gusto os digan si atenta contra su libertad; no dejéis pisotear las obras estéticas, porque eso no es código. Porque nadie os paga, porque un día estáis aquí y otro allá. Respetad a los demás, pero respetaos mejor a vosotros mismos y haceros respetar: diseñar y hacer esas cosas (“los dibujitos”, como dicen algunos) no lo hace cualquiera. Si así fuera estaría lleno. Y lleno está todo de código, pero no de diseñadores. Y lleno está de forks, pero no de artwork original.
Por otro lado, quiero resaltar el curioso caso del equipo de diseño de KDE, el de Breeze. Recuerdo que yo estuve metido, pero me debí ir a las dos semanas. ¿La razón? Simple:
Cuando se anunció que las participaciones estaban abiertas y que una gran motivación para ello era que constara en el currículum, ¿qué pasó? Que se metió bastante gente.
¿Cuánta gente sigue en activo ahí? Podríamos preguntarle a Uri Herrera, que junto con otro tipo más consiguió sacar todo. Ojo, no me gusta el estilo de Uri (creo que no me gusta ni él), pero con Breeze lo hizo bien y hubo que tenerlos bien puestos para sacar todo casi él solo. ¿Qué pasó? Sólo consiguieron completarlo cuando se llamaron a donaciones, y una vez hecho Uri se desvinculó de Breeze y KDE, creo que de todo (y si no es de todo, poco le ha faltado porque hasta ha desvinculado Nitrux de eso).
Da mucho que pensar. He estado dentro, ahora estoy fuera, y lo sigo viendo igual. Lo siento por todos (sobre todo por los inocentes) por hacer gala de las duras palabras que siempre tuve como Malcer, pero generalmente la comunidad de consumidores Linux es un auténtico asco, un desastre, y no se merecen prácticamente nada de lo que les dan porque lo toman como suyo y como si tuvieras que trabajar para ellos a cualquier costa. Muy poca gente (muy, muy poca) lo precian por lo que es.
No os cortéis ni un pelo: vuestra creación, vuestras normas. Y si no les gusta que hagan alguna de estas dos cosas: o que se pongan a trabajar en eso a ver si es tan fácil, o directamente que se jodan.
Amo Linux, es un sistema operativo maravilloso, y creía que lo iba a echar de menos como comunidad. Pero creedme que no.
Un abrazo a todos, cuidáos un montón y sed felices. Os daría las gracias por acordaros tanto de mí, pero me cuesta creer que sea un honor, es más bien una especie de justicia poética.
PD: sin mi, sin ti, sin Mcder3 y sin Uri haciendo artwork abierto, resulta que no hay competencia… Qué sospechoso… No debe ser tan fácil después de todo.